AUTOFILOSOFANDO

Alguna vez se preguntaron ¿como llegarían a ser el día de mañana con los años?. Si tomara el avión al futuro, y me imaginara mi vida con arriba de 80 años, si es que llego, no logro ni por un segundo, verme como una abuelit

a normal, con temperamento calmo, haciendo la vida de una mujer mayor, ni mucho menos rendirme al paso lento de una mujer recatada y asumiendo la verdadera edad, claro a menos que esté tan mal, que las fuerzas y la energía me venzan, lo cual es duro y terrible llegar a vivir así..
Ayer mientras esperaba en el auto, veía mucha gente pasar, niños, jóvenes, adultos y personas mayores que con ayuda de un bastón caminaban por el hermoso día primaveral, mientras en el interior de mi auto, me ensordecía un rock metálico de Rolling Stone, fue allí cuando un pantallazo me vino a la mente dentro del microclima rockero del auto que se movía al ritmo de mis pies que se sacudían, se me cruzó el oscuro pensamiento de verme, al igual que esa señora que lentamente caminaba con dificultad, proyectada en años mi vida, y me pregunté como me vería a esa edad, con mi espíritu que más allá de la real edad, no veo que en mi interior haya asumido mi verdadera identidad cronológica, a pesar de algunas canas que me juegan mal y yo que me rehuso al uso de tintura, o a la clásica pregunta de acostumbrarse a escuchar al comienzo o al final de una frase, la palabra SEÑORA. Volví a ese horrible pensamiento y me dije, “Puaj, horrible, ¿como me vería de ridícula con esa edad, escuchando un tema de Kiss, o tratando de embocar un acorde o tablatura con mi guitarra eléctrica.? Después pensé, quizá no llegue a esa edad, o quizá si llegue a esa edad pero siga como siempre sumergida en mi música sin darme cuenta que ya no tengo edad, pero quizá sería peor, no darse cuenta de vivir en el ridiculismo.
Mientras seguía el auto tambaleándose al ritmo del rock, y algunas personas me miraban como chimpancé dentro de la jaula en un zoológico, me dije, Dios tiene las respuestas al futuro de cada uno, mientras tanto, seguiré viviendo al ritmo del rock, al ritmo de la música, y si eso es lo que me mantiene viva, la vida se compone de momentos, y de última seré una anciana ridícula que tiene sangre en las venas, y cuando Diosito me diga, se terminó tu CD en esta vida, que me recuerden así, que digan que viví al paso de lo que mi corazón y mi sangre bombeaban con el mismo acorde de aquellos adolescentes años y que nunca se dieron cuenta que el exterior iba cambiando, pero ¿saben qué? No me importa, porque después de todo mi vida se armó al compás de mi propio escenario, y quienes me amaron supieron subirse a él y bailar su ritmo, y los que no, que sigan esperando los años al ritmo de la sensatez y al temor al ridículo, yo no, porque al menos, habré hecho reir a algunos, y con eso partiré felíz.
Yo me planteé eso y decidí a menos que la salud me juegue una mala pasada, vivir así, y ustedes, ¿como se la imaginan? ¿ Viviendo su propia locura, o viviendo de las apariencias? John Lennon decía DÉJALO SER, yo te digo DÉJATE SER, y recuérdenme como un ser libre, que apreciaba mas el tiempo que el dinero, y sobre todo volcarse en la música, al sonido de un buen ROCK.