Autora del blog

STIVY SILVIA

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Escritora y compositora. Docente en el área de enfermería. Colabora en radio online.

LA CIUDAD ZOOLOGICO






No hace mucho tiempo atrás, solía en las noches de verano sentarme en el patio a mirar las estrellas, quedándome largo rato observando el firmamento.
Cierto día empecé a notar que parte del cielo ya estaba cubierto por un edificio gigante, y no mucho tiempo más tarde otro similar, quedando rodeada de cemento, y solo un cuarto de espacio para ver las pocas estrellas que se podían ver.
Luego con la inseguridad, las casas, las pocas que ya están quedando en mi barrio, empezaron a estar enrejadas, yo misma enrejé y así mucha gente, los comerciantes venden a travès de sus rejas cuán presos en sus celdas.
Ya no solo es el centro, sino los barrios que hasta unos años atrás eran tranquilos, y se semejaban a pequeñas ciudades del interior, ya son similares a los céntricos, donde la gente se comunica por medio de los porteros eléctricos y donde las plazas parecen ser colegios enrejados.
Cuando camino por aquel barrio tranquilo de mi infancia, veo gente que con miedo apenas se asoma a través de los barrotes de sus ventanas, y donde los rascacielos  invaden la belleza del cielo, y pareciera que estuviera caminando por un zoológico gigante donde los habitantes somos exactamente igual a los animales sometidos dentro de grandes jaulas ,a diferencia de éstas,  sofisticadas, con comodidades, pero encerrados, donde nos han robado no solo la libertad de vivir libres, sino asustados como animal salvaje a la expectativa de ser cazado, desconfiando del que se acerca, y cada vez mas encerrados en nosotros mismos.
La tecnología avanza, pero el ser humano retrocede, perdimos la libertad de salir, de convivir libres, dejamos que las casas sean reemplazadas por edificios que nos engañan con una modernidad barata,  en vez de defender el terreno, arreglarlo, y dejar que por nuestras ventanas entre el sol, la luz y no sea quitada por esas grandes moles de cemento, donde los niños ya desde chiquitos viven hacinados entre paredes y espacios reducidos y ni pueden expandir sus juegos porque los acusan de ruidos molestos, donde el aire o la brisa fresca de verano, no tiene lugar por la acumulación de calor, y el humo de los escapes de los autos y el encierro de los edificios. Se vendió la comodidad, por la modernidad de tener menos espacio y menos que limpiar, por el miedo a dejar las casas cuando uno va a trabajar, y preferimos encerrarnos en departamentos y así darles de comer a las grandes inmobiliarias que hoy compran un terreno por poca plata, e  invierten y ganan para hacer en el mismo lugar que ocupaba una casa, 50 o mas departamentos.
Hemos dejado ganar terreno a ser un ser humano de zoológico en lugar de defender nuestros terrenos, nuestra libertad, nuestra salud, el contemplar un anochecer o un atardecer por luces bonitas pero artificiales  y cada vez encerrarnos más entre rejas porque no somos capaces de pedir que nos defiendan de los cazadores  que cada vez hacen que perdamos espacio y ellos los ganen haciéndonos encerrar cada vez más.
Que triste amigos, haber convertido a la ciudad en un zoológico humano y haber perdido nuestra capacidad social de salir a dialogar con nuestros vecinos y a ver a nuestras plazas libres, porque lamentablemente por la inseguridad, hasta los árboles y la flora de nuestra ciudad también están  enjaulados, presa de cárceles vip, pero quizá seré yo que  me resisto a privarme de mi libertad natural, y habrá que acostumbrarse a pagar lo que el hombre una vez hizo y hace también cuando ursurpa los bosques y les quita terreno a las especies. Que más puedo agregar amigos, bienvenidos a Buenos Aires,  la ciudad zoológico!!!. 

SILVIA STIVY BELIZE

¿HACIA DONDE VAMOS?





Hacia donde vamos,
Cuando cada día se vive un caos
Donde el ser humano involuciona
Y donde cada día no reacciona,
No responde a la vida y colecciona
Sueños materiales y  su corazón muere
Cada vez que qué a sí mismo se hiere.

Hacia donde vamos
Que no tenemos tiempo a hablarnos
Qué pasamos indiferentes frente a la muerte
De nuestro propia naturaleza e inertes
Dejamos que nos arranquen nuestra esencia
Lo único que recibimos y es nuestra supervivencia.

Hacia donde vamos
A veces me pregunto ¿Donde esta Dios?
Y ante el comportamiento inhumano
Que va cada vez mas arraigado de la mano
Dudo de mi fe, y que este mundo acabado
EL hombre ser producto cruel al ser creado
Y considerarse el Ser más evolucionado.

Hacia donde vamos amigos míos
Si no tomamos conciencia de la violencia,
Si dejamos que el miedo nos doblegue
Y nos dejamos que la mentira y el dolor nos enfrente
Seguiremos dejando huellas invisibles a nuestros simientes
Y serán presa de aquellas oscuras mentes
Que hemos heredado, y que nos creemos inteligentes

Hacia donde vamos,
Yo no lo se, pero si se que estamos
Caminando en vano y me río si pensamos
si creemos que somos seres elevados
cuando nuestra especie cada paso dado
deja piedras y fisuras a fuego gravados.

SILVIA STIVY BELIZE
 

La antigua columna de cemento





Cuando era chica, en la esquina de mi casa, había una columna de cemento que servía como soporte para los cables de la luz. Alrededor de ella, con todos mis amigos solíamos en las noches de verano juntarnos a jugar o a dialogar alrededor de ésta.
Una noche muy calurosa, un 5 de enero, nuestro tema de conversación fue como hacían los reyes para llegar con los regalos a cada una de nuestras casas, sin que se los vieran y sin que se les caiga ningún pedido.  Fue una noche de debate, ya que había amigos más grandes y  discutían con los más chicos  si eran reales o no.
Para esa fecha yo había pedido una bicicleta azul turquesa deportiva. Esa noche, después de preparar los zapatitos y a ponerles el agua y el pasto, me fui a dormir pensando como harían para arribar con la bici, sin ser vistos y sin hacer ruido.
Llego la mañana del 6 de enero y para mi sorpresa, junto a mis zapatos, allí estaba la bici, azul, flamante, metalizada tirando a turquesa y deportiva, recuerdo la emoción y mis gritos de sorpresa.
Fue un día maravilloso, pero triste a la vez, ya que fue ese día que mis reyes magos llegaron al fin de mis fantasías, años de reyes después , ya no era lo mismo,  uno crece y los sueñes perecen.
Hoy 6 de enero, esa vieja columna de cemento, no estuvo como todos los años, ya que hace meses fue derribada por mejoras y cambios urbanos, así como se derribaron una vez aquellas fantasías, hoy se esfumó aquella vieja columna, pero renace el recuerdo de aquellas viejas reuniones con amigos de la infancia y en mi mente también vuelve el recuerdo de aquella antigua columna de cemento, que me hizo vivir momentos inolvidables, que hoy lamentablemente nuestros hijos no tienen la oportunidad de vivir esas experiencias, por la inseguridad y por el avance de la tecnología quitándoles todo lo hermoso que es vivir llenos de ilusión y fuera de las casas, atados a un monitor.