¿TORTUGA O LIEBRE?

Me di cuenta que en la vida, con el tiempo, al igual que el cuento de la tortuga y la liebre, uno a veces puede, por razones que se van presentando, uno ser un personaje u otro. Pero el ser como la tortuga, es positivo, ya que el avanzar despacio no implica no llegar a la meta, sino por el contrario, ir escalando como se pueda pero lo bueno es escalar, cuantos hay que la vida los empuja de golpe, llegando más rápido a la meta como la liebre, pero despúes se sienten que de tan rápido que llegaron, ya no tienen más metas, o lo que es peor, llegaron y de pronto se sienten solos, perdidos, no saben como seguir, se les terminaron las ideas de lograr, de seguir escalando, como si se hubieran agotado de golpe. Caso contrario con la tortuga, va saboreando cada logro en forma lenta, y también asimilando sus fracasos, pero siguen, y de esa manera durante todo su trayecto de vida, se sienten que tienen una tarea a terminar y eso es lo que los impulsa a seguir, olvidándose que pasan los años, se sienten jóvenes porque no terminaron de subir la cuesta y por ende, sacan más fuerza, y seguramente llegarán, con una satisfacción mucho mayor, y con menos desgaste, de manera de seguir queriendo escalar nuevos rumbos. Yo siento que soy esa tortuga, que mis pequeños logros ya se están cumpliendo y el camino ya está cerca, pero que a pesar de llegar, se me abrirá otra cuesta, y que el desafío será tan exitoso porque las energías que se emplean en ese esfuerzo van recargándose gradualmente y no desgastándose de golpe, quedando por un determinado tiempo en un parate hasta volver a recargarse, o quizá alguno no tenga más ganas porque en ese desgaste sufrió una frustración mucho mayor a su rápido ascenso de comienzo.
Por eso amigos, les pregunto a ustedes, y su interior les dira la respuesta ¿TORTUGA O LIEBRE?